domingo, 25 de marzo de 2018
CAPITULO 54
- Hice las reservas para la cena de esta noche. Tienes que estar lista en veinte minutos. - El texto de Pedro apareció por mi pantalla la noche siguiente.
- Eres increíblemente exigente. Tal vez tengo planes para esta noche. - Sonreí cuando envié un mensaje en respuesta
- ¿Te gusta hacerme enojar?
- Quizá :)
- Prepárate, Señora Alfonso.
- Sí, querido. - Rodé mis ojos al teléfono.
No nos habíamos visto desde que me había dejado en su casa la mañana del miércoles. Habíamos quedado en buenos términos, y no estaba enojada con él.
Yo sabía que él no lo entendía, que a pesar del número de veces que había intentado decirle que darnos un tiempo era necesario si queríamos que esto funcione.
Me hubiera gustado que pudiéramos hablar y evitar vivir únicamente en el momento. Sólo quería estar con Pedro, sin que tengamos discusiones monumentales, aunque yo sabía que era algo por lo que teníamos que trabajar.
Miré hacia abajo al anillo que ahora llevaba en mi mano derecha y lo torcí pensativa.
Pensándolo bien, tal vez habíamos hecho más que solo vivir el momento y estábamos pagando las consecuencias ahora.
Él me consumía, mas la lujuria que teníamos uno por el otro era lo que había hecho que este anillo aterrizara en mi dedo principalmente.
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