jueves, 29 de marzo de 2018
CAPITULO 68
—¿Estás bien?— Sostuve su mano mientras nos adentrábamos en el frío aire de diciembre. Nos dirigí hacia el auto. Pedro todavía tenía un aspecto aturdido en la cara.
—Sí,— refunfuño él. Llegamos al auto y me detuve.
—¿Estás bien para conducir?
—Por supuesto—. Él me ayudó a entrar en el asiento del pasajero y luego avanzó alrededor hacia el lado del conductor. Torcí la correa de mi bolso en mis manos. Era evidente que él no está bien.
No en lo absoluto. Acababa de recibir la noticia de que estábamos esperando gemelos; era un shock, pero yo ciertamente estaba sorprendida. Quería armarme de valor y cubrirlo por el momento.
—¿Adónde vas?— Miré por la ventana y tomé nota de lo que nos rodeaba.
—A casa—, contestó.
—Pensé que íbamos a comer—. Mi estómago estaba vacío y no muy contento con eso.
—Claro—. Se movió a otro carril de tráfico. —¿Algún lugar en particular?
—¿Me lo estas preguntando?— Arquee una ceja en sorpresa.
—Por supuesto.
Rodé mis ojos. Por supuesto, mi culo. Pedro nunca había pedido mi opinión sobre dónde deberíamos ir a comer. Jamás.
—Donde sea. Algún lugar cerca y rápido. Me muero de hambre.— Me froté mi barriga.
Pedro se deslizó en una plaza de aparcamiento en frente de una charcutería. Salte del auto y me dirigí a la puerta con Pedro un paso detrás de mí. Ordenamos sándwiches y entonces nos sentamos en la única mesa disponible en la sala llena de gente.
Quité de mi sandwich los pepinillos y me los comí por separado. Pedro resopló desde el otro lado de la mesa y luego escogió los pepinillos de su sándwich y los deposito en mi plato. Le sonreí.
Parecía que iba a volver a la normalidad, por lo menos ligeramente. Me comí sus pepinillos y luego di un mordisco a mi sandwich. Mastique y lo observe.
ÉL inspeccionaba su sandwich antes de tomar cada bocado, pero yo sabía que realmente no lo estaba viendo. Su mente estaba corriendo con la información que nos acababan de dar. Tome otro bocado y mastique luego baje mi sandwich.
Tomé un trago de mi limonada, mis ojos sobre él todo el tiempo. Pude ver que sus hermosos ojos azul metálico estaban a un millón de kilómetros de distancia.
—Sé que es una sorpresa—, le ofrecí.
—Sí,— suspiro.
—¿Estás bien?
— Sí — respondió otra vez sin mirarme.
—Pedro, en serio. Me estás preocupando. O matando. O voy a matarte. No lo sé todavía.
Finalmente levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los míos. Se fundieron en los mis ojos y volvieron a la normalidad. Busqué su mano sobre la mesa.
—Vamos a estar bien. Es mucho, pero podemos hacerlo—. Era mi turno para tranquilizarlo. Él me había estado diciendo durante toda nuestra relación que yo era para él, que estábamos destinados a estar juntos. Ahora era mi turno para decirle que esto era exactamente lo debía ser y que de alguna manera lo arreglaríamos. Tenía plena confianza de que no sólo sobreviviríamos a dos niños gritando y saqueando nuestra casa, sino que también podríamos prosperar juntos. Acaricie con mi pulgar los nudillos de su mano. —Lo prometo.
Un intento a medias de una sonrisa levantó las comisuras de su boca.
—Te amo más que a mi propia vida—. Levantó mi mano hasta sus labios y presiono un suave beso allí.
—Lo sé—. Una sonrisa levantó mis mejillas. Él rodó sus ojos mirándome con una sonrisa. —Yo también te amo.— Le sonreí de vuelta.
—Lo siento, sé que fui un caso perdido allí.— Movió sus labios a lo largo de los nudillos de mi mano izquierda.
—¿Y eso de que juraste frente al doctor?— Arquee una ceja.
—¿Lo hice?
—Creo que las palabras exactas fueron 'puta madre'.
—Oh, claro. Lo siento por eso también.— Sus ojos bailaron con diversión.
—¿Estás bien ahora?
—Sí. Sólo necesitaba un minuto para procesarlo— Él fijó mi mano sobre la mesa y tomó un sorbo por su pajita.
—Lo sé. Yo también. — Cogí un pepinillo de mi plato y lo meti en mi boca. —¿Así que no más colapsos?— Lo vi con cautela.
—No—. Me sonrió.
—Bien, porque pensé que podríamos comprar ropa de bebé. Tal vez muebles, también.
Pedro tosió en su bebida. Me reí con él y tome otro mordisco de mi sandwich
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario